El herradero de machos y hembras, es el primer acto
del ganado bravo. Los becerros dejan de ser anónimos en la ganadería, y pasan a
tener nombre, número e identificación. Es el día del año más laborioso.
Cuando el becerro cumple el año, más o menos, se procede a herrarle. Con el hierro y la señal es para distinguirle de otras ganaderías y el número es para distinguir las reses de la misma ganadería.
La faena se inicia días antes separando las
crías de las madres. Se encierran junto a los bueyes en un corral. Se sacan de
uno en uno.
Previamente los distintos hierros se
calientan al rojo vivo. En esta faena también participaban toreros, ganaderos,
vaqueros y amigos del ganadero.
Actualmente estas faenas, por
comodidad, rapidez y falta de personal, se realizan en cajones.
El animal del corral pasa por una manga
directamente al cajón, se le sujeta con cadenas y se le ponen los hierros,
calentados al rojo en modernos quemaderos de butano y se le hace la muesca en
la oreja.
Generalmente
a los toros se les hierra en el lado derecho.
Herrar
con limpieza es una faena difícil y precisa. Hay que hacerlo con firmeza pero
con suavidad, para que no se haga un borrón.
Es preceptivo poner el guarismo del año en
la paleta y la letra de la asociación. El veterinario los vacuna, desinfecta e
inyecta antibióticos.
El ganadero anota el número, el nombre y la resistencia de cada becerro, en el libro de la ganadería. Ello le puede ayudar más tarde en la tienta y ver cómo podrá ser el animal en el futuro.
El ganadero anota el número, el nombre y la resistencia de cada becerro, en el libro de la ganadería. Ello le puede ayudar más tarde en la tienta y ver cómo podrá ser el animal en el futuro.
El veterinario también toma nota del
saneamiento. La guardia civil, siempre está presente, observando con detalle y
anotando todo lo referente a cada animal.
El ganado bravo es el animal más controlado
y más vigilado de cuantos existen por la administración.
Finalizado el herradero, todos los
participantes se reúnen para comer y se aprovecha para contar las vivencias y
anécdotas vividas en el herradero.