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viernes, 16 de enero de 2015

Herradero 2015



El herradero de machos y hembras, es el primer acto del ganado bravo. Los becerros dejan de ser anónimos en la ganadería, y pasan a tener nombre, número e identificación. Es el día del año más laborioso.


  
  Cuando el becerro cumple el año, más o menos, se procede a herrarle. Con el hierro y la señal es para distinguirle de otras ganaderías y el número es para distinguir las reses de la misma ganadería.
La faena se inicia días antes separando las crías de las madres. Se encierran junto a los bueyes en un corral. Se sacan de uno en uno.
Previamente los distintos hierros se calientan al rojo vivo. En esta faena también participaban toreros, ganaderos, vaqueros y amigos del ganadero.
         Actualmente estas faenas, por comodidad, rapidez y falta de personal, se realizan en cajones.
El animal del corral pasa por una manga directamente al cajón, se le sujeta con cadenas y se le ponen los hierros, calentados al rojo en modernos quemaderos de butano y se le hace la muesca en la oreja.
Generalmente a los toros se les hierra en el lado derecho.
Herrar con limpieza es una faena difícil y precisa. Hay que hacerlo con firmeza pero con suavidad, para que no se haga un borrón.
Es preceptivo poner el guarismo del año en la paleta y la letra de la asociación. El veterinario los vacuna, desinfecta e inyecta antibióticos. 
          El ganadero anota el número, el nombre y la resistencia de cada becerro, en el libro de la ganadería. Ello le puede ayudar más tarde en la tienta y ver cómo podrá ser el animal en el futuro.
El veterinario también toma nota del saneamiento. La guardia civil, siempre está presente, observando con detalle y anotando todo lo referente a cada animal.
El ganado bravo es el animal más controlado y más vigilado de cuantos existen por la administración.
Finalizado el herradero, todos los participantes se reúnen para comer y se aprovecha para contar las vivencias y anécdotas vividas en el herradero.